Una mañana de abril después de dos meses de comenzar las clases , mamá llama a mi hermano mayor y le dice que debía ir a buscar un taxi porque estaba por llegar el nuevo hermanito, asombrada la miro desde mi corta altura y mientras ella deja una caja con ropa de bebe envueltas en celofán descubro con sorpresa su panza abultada, fue tanta mi impresión que ese pétalo de asombro se desapareció. Ahora comprendo tantas tareas, el llanto de mi hermanita y por qué mis padres se habían confabulado para que ella deje de tomar el pecho, la pequeña la corría a mi madre con su sillita de paja para subirse en sima, cuando chupaba escupía la crema que encontraba untada en su seno y a regañadientes tomaba la mamadera con lágrimas en los ojos. Antes de partir nos dijo que pronto llegaría nuestro padre y que él nos llevaría a conocer a nuestro nuevo hermano.
Mis recuerdo vuelven a mi cuando vamos caminando por los pasillos del hospital, papá lleva a mi hermanita en brazos a su lado vamos mis dos hermanos y yo.
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