EL SECRETO DE LA JOVEN ENAMORADA

El tono de mi celular sonaba una y otra vez en aquella mesa abandonada llena de migajas de pan que quedaban todos los días por las mañanas después de tomar el café de costumbre, no quería contestar, prefería estar sentada en aquel sofá pensado, mil ideas venían a mi cabeza - no puedes estar pensando en él- me decía una y mil veces pero mi mente no comprendía esas palabras. -es un tipo muy tonto- trataba de convencerme en solo unos minutos, enseguida su silueta se presentaba nuevamente al cerrar mis ojos,sus hermosos ojos se hacían pequeños cuando lucia su maravillosa sonrisa, de pronto, una llamada inesperada pudo despejarme de ese pensamiento que hacia que me volviera aun mas loca de dolor.