jueves, 12 de octubre de 2017

en verano

Ese verano la pase muy bien ayudaba a mamá con las tareas de la casa, cuidaba de mi hermanita aunque siempre que se caía con un escalón de la galería la ligaba yo dado que con su dedito me señalaba como culpable de su tropiezo, pero es tan bonita con sus trencitas no tiene sentido enojarme con ella, es tan pequeñita parece una muñequita. Mis padres decidieron que no haría primero superior , mamá me preparaba cada tarde y cuando llego marzo me llevaron a otra escuela donde un monjitas me tomaron una prueba, esta escuela queda en Sáenz Peña, viajamos con mamá en el tren , mi hermanita nos acompañaba el día que rendí, mientras esperábamos el resultado ella corría por los pasillos sonriendo .
En un momento dado apareció una monjita vestida con hábito blanco, con una dulce sonrisa nos hizo pasar donde no recibió la directora, nos saludó con cordialidad y le dijo a mi madre que quedaba admitida en segundo grado. En el viaje de regreso mamá me decía que debería viajar a diario en el tren y que sabía que no estaba contenta en dejar mi escuela, pero que solo sería por ese año, al siguiente volvería a la Misericordia de Devoto. La verdad que no estaba muy convencida, pero en aquellos tiempos solo quedaba obedecer sin chistar, cualquier palabra que una dijera se tomaba como una contestación. El verano continúo sin contratiempos, pronto llego el día del comienzo de las clases, este año me han comprado guardapolvo blanco, el uniforme es muy diferente del de mi escuela y por un año la directora ha permitido que otra niña y yo concurramos con guardapolvo.
Escucho la radio con Tatín gritando, ¡despiértese contento!, el perfume a café recién hecho y la doradas tostadas nos avisan que debemos apurarnos, mamá nos esperaba para desayunar a los tres, , mis hermanos salen para la escuela ellos solo debían cruzar la estación y frente a la plaza estaba su escuela esperándolos, a mí me esperaba una larga mañana ayudando a mamá, luego de almorzar p debía tomar el tren bajar en Sáenz Peña así comenzó el cotidiano viaje de cada día. ¿que siento? Que esta escuela no me gusta, las monjitas son buenas y mis compañeras son muy agradables pero para que me voy a engañar yo me sentía como en casa en la otra escuela cerca de mi hermana Elisa, mi maestra de primero inferior, en la escuela me va bien, siempre esperando que el año pase pronto para volver donde yo realmente deseaba estar., ir a la tarde a la escuela me caía muy mal , no me gusta nada pero es uno de los cambios que debía hacer de acuerdo a mis padres debo ayudar a mi madre .

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