Estoy enamorada de un chico
muy apuesto, demasiado guapo, tiene unos ojos café tan bellos que cada que me
miran siento desvanecerme, puedo decir que lo amo con todo mi corazón, nunca
nadie había logrado robarme el corazón como lo hizo él. Al inicio de la
relación todo era tan bello, era mi cuento perfecto, justamente la persona que
siempre había estado buscando, dulce, tierno, amable, caballeroso, amoroso,
atrevido, en fin todo lo que cualquier chica pedía; pero de pronto el panorama
cambio, sí, tristemente así fue, conforme transcurrieron los meses todo eso se
acabó, iniciaron celos, reclamos, peleas, discusiones, gritos, engaños,
mentiras por parte de los dos, lagrimas corrían por mis mejillas cada vez que
el me lastimaba con sus palabras, con sus rechazos , con su frialdad, logre
perdonarle una infidelidad por todo el amor que le tengo, ¡ja! Nunca pensé que
llegaría a estos extremos del amor, perdonar una infidelidad no es nada fácil,
pero por él lo hice, aunque la verdad sigue siendo el mismo chico frio, que
solo me busca cuando quiere, cuando esta aburrido o se siente solo, pero cuando
esta bien el amor por mí se va, ¡que tonta! me repito una y otra vez mientras
estoy sentada en mi incomodo sillón, ¡Beth reacciona!, ¡ya no sigas! ¡ya no!
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